Obras y remodelaciones en la Propiedad Horizontal: ¿Derecho individual o bienestar colectivo?

En el contexto de la propiedad horizontal, donde múltiples residentes comparten un edificio o conjunto de edificaciones, las obras y remodelaciones pueden generar tensiones entre el derecho individual de cada propietario y el bienestar colectivo de la comunidad. Estas situaciones plantean un delicado equilibrio entre la autonomía del propietario para modificar su propiedad y la necesidad de preservar y mejorar las condiciones de convivencia en el conjunto residencial.

De acuerdo a esta problemática, a continuación se analizarán los derechos y deberes de los propietarios en la propiedad horizontal, así como las implicaciones y beneficios de las obras y remodelaciones para la comunidad en su conjunto.

Derecho individual del propietario: el derecho a la propiedad es uno de los pilares fundamentales de una sociedad democrática y libre. En la propiedad horizontal, cada propietario tiene el derecho de usar y disfrutar de su unidad de manera exclusiva y privada, lo que incluye la posibilidad de realizar modificaciones y mejoras en su espacio personal. Estas obras pueden estar motivadas por necesidades estéticas, funcionales o de comodidad, y, en muchos casos, aumentan el valor de la propiedad del propietario.

No obstante, el derecho individual no es absoluto en la propiedad horizontal. La modificación de elementos estructurales o la afectación de áreas comunes puede tener repercusiones importantes en la seguridad, la estética y el bienestar de la comunidad. Por ello, las legislaciones y los reglamentos de copropiedad suelen establecer límites y requisitos para las obras y remodelaciones, buscando salvaguardar el interés colectivo y prevenir conflictos entre los propietarios.

Bienestar colectivo y la convivencia armónica: la propiedad horizontal implica una convivencia estrecha entre los propietarios y residentes del edificio o conjunto de edificaciones. El bienestar colectivo y la armonía en el vecindario son fundamentales para una convivencia pacífica y satisfactoria. Las obras y remodelaciones, si se realizan sin consideración hacia los demás propietarios y sin respetar las normativas establecidas, pueden perturbar la tranquilidad de la comunidad y generar conflictos. Es por ello que, en la mayoría de las legislaciones y reglamentos, se establecen restricciones para obras que afecten elementos comunes, la estructura del edificio o la fachada, entre otros aspectos. Además, se exige la obtención de permisos y autorizaciones previas para ciertos tipos de modificaciones. Estas medidas buscan evitar que una sola decisión individual tenga consecuencias negativas para el bienestar colectivo.

Ahora bien, luego de realizar alteraciones u obras, surgen las siguientes implicaciones las cuales son:

Seguridad estructural: las obras que involucran elementos estructurales o que afectan la distribución de cargas pueden comprometer la seguridad del edificio y de sus ocupantes si no se realizan adecuadamente. Por ello, es esencial que cualquier modificación estructural sea evaluada y aprobada por profesionales cualificados y autoridades competentes.

Valor de la propiedad: algunas remodelaciones pueden aumentar el valor de una propiedad individual, pero también pueden influir en el valor general del edificio o conjunto de edificaciones.

Conciliación de intereses: es común que surjan conflictos entre los propietarios respecto a obras y remodelaciones. Estos conflictos pueden resolverse a través de un diálogo constructivo y la búsqueda de soluciones que equilibren el derecho individual con el bienestar colectivo.

Sostenibilidad y eficiencia energética: las obras y remodelaciones también pueden ser una oportunidad para mejorar la sostenibilidad y la eficiencia energética del edificio. La instalación de sistemas de energía renovable, la mejora en el aislamiento térmico o la implementación de tecnologías más eficientes pueden beneficiar a toda la comunidad al reducir costos y tener un menor impacto ambiental.

Las obras y remodelaciones en la propiedad horizontal son una manifestación del derecho individual del propietario sobre su propiedad, pero también requieren una consideración cuidadosa del bienestar colectivo y de la convivencia armónica en la comunidad. Establecer un marco legal y reglamentario que garantice este equilibrio es esencial para evitar conflictos y asegurar el desarrollo sostenible de los conjuntos residenciales.

Fomentar la comunicación, la colaboración y la toma de decisiones democráticas entre los propietarios son aspectos cruciales para lograr una gestión adecuada de las obras y remodelaciones en la propiedad horizontal, promoviendo así un ambiente armonioso y satisfactorio para todos los residentes. La búsqueda de soluciones que beneficien tanto al propietario individual como al conjunto residencial es fundamental para alcanzar un desarrollo equilibrado y sostenible en la propiedad horizontal.

Para finalizar recuerda que siempre al realizar obras, remodelaciones debes dejar registrado la solicitud ante la administración de tu PH, para así llevar trazabilidad de la solicitud y adicionalmente conocer si se aprueba o no la petición que desees realizar. Por lo general para estas actividades, es recomendable utilizar herramientas administrativas que te permitan desde la comodidad de tu dispositivo móvil realizarla, sin necesidad de acudir a la administración.

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